lunes, septiembre 08, 2008

Emigre Por Los Caminos De La Vida. Parte 7


From Arizona en “Voces del Sur” llega el sudor en canto de arados, la voz de mujeres y hombres de maíz, así la luz de las lechugas, son gentes que emergen del trigo.

Pues bien, así fue como mis pies pisaron las viejas calles en Cartagena de Indias, un puerto que reflejaba su historia en la inmensidad de piedras saludando mi llegada del mar; piedras si formando líneas de murallas convertidas en fuertes, esos que en aquellos tiempos eran la protección de los piratas dueños y señores de los mares del Caribe. Estaba como perdido con mi mirada puesta en el rumbo que las calles llevaban hacia el centro de la ciudad o algún lugar así, y yo pensé a donde voy, que destino busco...

Una sola palmada toco mi espalda, lista para empezar a cargar la mochila, mi casa que en todo momento siempre me acompaña, cuando la tonada de una voz estilo Caribe resalto diciendo: Y ahora cual es tu rumbo Guatemala? Nombre que mucha gente empezó a llamarme al saber mi lugar de procedencia; Que piensas hacer dime y cuanto tiempo piensas quedarte en esta ciudad? Quien me hablaba era no menos que el buen Capitán del barco coquero; hombre de buena risa y mirada entusiasta, hay buen hombre le respondí, eso era exacto lo que estaba repicando aquí en mi mente, adonde voy ahora? Que hare como le empiezo mi destino por esta nueva tierra Colombiana, desconocida ante mi hasta ahora. --Pues déjame decirte muchacho, yo me voy a quedarme varado en puerto por nueve días, vainas del trabajo tu sabes, y siendo propietario de una casa aquí en Cartagena y que por el momento esta sola, ya que mi señora y los culicagados (muchachos) se encuentran en Puerto Obaldía, así que veras si quieres quedarte ahí, ya lo sabes es una invitación mía, para que seas mejor que bienvenido, tendrás una llave para que salgas y entres cuando quieras, por lo que a mi respecta me dijo, veo que eres un hombre de bien, lo aprendí en tus platicas que tuviste con nosotros cuando navegamos, eso para mi es mas que suficiente, soy un hombre que solo conoce los secretos del mar, pero esos reflejos del agua, del cielo, nubes y aunque no me creas también reflejos del viento, me han enseñado a conocer los diferentes anhelos que esconden los seres humanos en su mirada, y en ti Guatemala solo encuentro el hambre de estrechar manos, sonreír y aprender pobrezas que nunca enriquezcan tus bolsillos de hombre, pero esa es tu vida, en mi parece que es la ruta que navegas en la proa de tu destino. En si ese fue el pasaporte que identifico tu presentaciante mi.

Mi capitán: no sabe cuanto se lo agradezco, viendo que la acomodación sale de su corazón, yo no puedo despreciar la buena benevolencia de su persona, y vera que bien me portare ya que quiero que mi nombre y el de mi patria, queden siempre en ustedes, como un abrazo que no tiene ayer, no tiene ahora, tal vez solo un hasta siempre en los caminos del recuerdo.

Ven entonces, conseguiremos un taxi y partiremos hacia tu temporario hogar en la bella y vieja ciudad de Cartagena.—Cuentéeme Capi y que tan lejos de aquí esta Puerto Barranquilla.—¿Porque piensas viajar para allá también?—Si señor le dije, hay mucha historia envuelta en Cartagena y Barranquilla que seria una tristeza estar cerca y no conocerle no le parece.—Hay Muchacho solo un Judío Errante como tu, sabe encontrarle la gracia a eso de viajar sin conocer a nadie, como también guardar en su mente todo lo que en un ayer paso o suscito por diferentes regiones de nuestro mundo. Cuéntame y en que te beneficias con eso, o es que acaso lo haces nomás porque tienes ganas de hacerlo?

Así es, lo hago porque si estuviese esperando en el mundo de las ambiciones a ser un hombre rico, creo que me moriría esperando y no mi buen Capi, yo tengo ganas de conocer mucho mundo y lo haré, quiero vivir el suspiro del Rio Magdalena, beber de las aguas del Bio Bio un rio que me cuentan navega mucho la historia de un pueblo Indígena que le llaman Mapuche, será como navegando en esa grandes diferencias secretas de nuestra América, descubra la luz de los sentimientos que duerme en Guayaquil o quizás en Cochabamba, son tanto los sueños capitán, que solo se que seguiré viajando de la mano con la soledad, y es la ruta pues la que sea como yo llegare hasta donde Dios me lo permita, nomás imagínese usted lo que he conocido desde el día que salí de Guatemala, una inmensidad de encantos que me a regalado la Madre Naturaleza, así el placer de haber compartido y aprendido mis ideas con tantas gentes diferentes, esto es un tesoro que no muchos millones de gente en el globo lo tienen, me siento Capi un hombre privilegiado y rico por ese derecho que yo mismo me di, el de largarme y vivir con gentes diferentes...

Ah muchacho para la charla un momento que aquí nos bajamos me dijo, el bajo su maleta y yo mi mochila dando las gracias al taxista quien fue participe de la platica, y quien me tendió una invitación a salir el día siguiente y así enseñarme algo de esta bella Cartagena.

Total que después de haberme echado un buen dormir en la casa del capitán Mauricio, con una cena colombiana que tuvimos en un restaurante vecino a la casa, llego el momento en que el taxista paso por mi a eso de las 10 y media de la mañana, ya después de habernos saludado me hizo ver que hoy era su día libre, por lo tanto tendría el tiempo para enseñarme muchas cosas, interesantes para mi.

Bueno Mauricio, me llevo al muchacho a que horas te lo traigo. - Eso no es problema, el es el único que decide a que hora quiere regresar, solo vean el andar con cuidado. —Nos vemos entonces mi buen Capi le dije, partiendo luego con Mariano, un hombre como de la edad de 33 años, me contó ser originario del Departamento de Antioquia, pero que desde muy niño llego con su familia por estos lugares de Cartagena, considerándola así como su propia tierra. ¿Y cuenta Guatemala, como te fue con Mauro en el barco cargando cocos? – La verdad Mariano, es mas te lo digo de una ves, fue una experiencia maravillosa, me llevo la gran puta si porque son un sin numero de cocos que para que te cuento, cansado me siento aunque mas mis manos, de cargar tanto coco, tengo unas cuantas ampollas, y creo que son de color verde razón: eso de andar cargando cocos en el mar.

Algo mas bello Mariano fue el ver a los nativos llegar en sus cayucos, con la mujer y dos tres hijos y llenos de cocos, mas el mar un poco encambronado y a ellos les vale madre en oleaje bamboleándolos de un lado para otro, sabrás éramos 6 de la tripulación en cadena, uno en babor, cuatro en cubierta y el otro en la bodega acomodándolos, todo era una cadena bien efectiva, coco tras coco, cuatro días exactos y según el contó final: fueron exactamente 7,085 cocos, lo mas lindo era cuando Simón el cocinero se ponía a cantar, cargando y cantando; le encantaban las canciones del Daniel Santos, y que canta bien el camarada.—Si le conozco, el es originario de Barranquilla.—Claro le dije, me platico tanto de su puerto que fue donde me entro hambre de ir a conocer ese otro lugar maravilloso y también cargado de historia.

Esto es el gran mirador del cerro de Popa, empezó Mariano diciéndome: ves como el paisaje se corta allá donde el cerro se pinta como una diagonal, también observa las paredes blancas del Monasterio Agustino allá en lo lejos, parecen que estuvieran como sosteniéndose en el aire.-- Que belleza Mariano, no cabe duda que hay muchas cosas en el mundo que parece que Dios les hubiese hecho un día que no-tenia que hacer nada, por eso les cargo de tanta belleza, ves lo que gano por andar vagando, yo si tengo derecho a decir: hay que verlo para creerlo.

Luego nos trasladamos a la ciudad, fuimos a la plaza Bolívar y pensé en el ayer de Cartagena, al llegar a ser la gran plaza mayor en el aspecto militar en tiempo del Reinado Español, la grandes guerras en que fue teatro y campo, llego a mi mente cuantas veces estas bellezas se pintaron con sangre de bandos diferentes, como todos esos conquistadores y piratas dementes de ambición por saquear las riquezas que siempre caracterizaron a esta región. -- Mira aquí estamos llegando a la Manga, este es un barrio digámosle privilegiado, sus jardines resaltan en la arquitectura con toque Española de sus construcciones, claro que la gente que por aquí vive son de alguna suerte privilegiada. Mariano: como todo un buen familiar que no era mi sangre, me siguió llevando por todos los lugares de tradición en Cartagena, ahí fue un encanto en mi mirada el apreciar sus casas antiguas, enseñando sus hermosos balcones coqueteando con sus coloridas cortinas, mas pobladas de macetas colgadas en los arribas de las casas y sus ventanas, con flores que sonreían al paso de las horas, y a las tristezas de las miradas.

Cuéntame Mariano algo de Cartagena, lo que tu conozcas de historia, imagino que a de ser un tesoro el saber todo aquel ayer de una bella ciudad como esta.—Déjame empezar a decirte que esta ciudad a sufrido mucho, un pasado de guerras y en su mayoría digámosle categoría internacional, razón: la ambición de controlar la estrategia geográfica que Cartagena tiene en el Caribe, fue él sueno de conquista de los piratas, pero mira Salvador ya van dar la 12 del medio día, iremos a comernos un guisado por ahí, y una pequeña bebida para celebrar tu bienvenida a Cartagena, y será el lugar donde te cuente algo de historia de mi tierra: mi lindo corralito de piedra “Cartagena de Indias.” Continuara...

Sal Troccoli

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