martes, junio 30, 2009

MI CANTO A LA HONDURAS ULTRAJADA


From Arizona en “Voces del Sur” llega el sudor en canto de arados, la voz de mujeres y hombres de maíz, así la luz de las lechugas, son gentes que emergen del trigo.

Desde los surcos de mi Somerton
pueblo que habita
en las tierras campesinas de Arizona,
hoy me sacudió una luz de odio,
fueron los verdes vientos que desde lejos
llegaron con una queja de tristeza,
han resucitado los parias de la patria.
Han nacido de nuevo los zánganos
asesinos vende patrias,
militares hijos del fracaso de amar una madre
que un beso les nombrara los secretos del desprecio,
que se cultiva como silencio en las rutas de la vida.

Neruda dijo en su Chile su patria del alma
cuando canto al traidor Gabriel Gonzáles Videla,
y en la historia de las letras dejo palabras diciendo:
no pasaran los días,
sin que te caigas del árbol que te encuentras sentado
y seas la inmundicia evidente
que el transeúnte evita pisar en las esquinas…
Estas palabras hoy las reparto
en la ruta de mis versos a los ratones muertos de hambre,
que pululan en la tierra de Honduras,
así como reptiles asquerosos
que arrastran la vergüenza en los campos de America.

Manuel Zelaya los pueblos te respaldan,
y los campesinos sembramos esperanzas
que adornen las tumbas de canallas,
con maldiciones que nacen de los humildes
a los nefastos militares mal paridos.
La muerte en la peste del futuro
es el regalo que dejaremos en el camino
de estos traidores asesinos de un pueblo
que solo busca el suspiro de sus derechos
para palpitar en la existencia de los pueblos.

Negor Len

(INSERTE AQUI EL RESTO DEL TEXTO)

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lunes, junio 29, 2009

Los malditos muertos de hambre aparecen en Honduras otra vez



From Arizona en “Voces del Sur” llega el sudor en canto de arados, la voz de mujeres y hombres de maíz, así la luz de las lechugas, son gentes que emergen del trigo.

Las nubes de la pestilencia política, derraman una lluvia de presagios de desgracia al pueblo Centro Americano de Honduras, otra vez uno de los nefastos ejércitos de nuestra América Latina se levantan en armas para destruir la democracia en un pueblo que siempre le ha conocido desde la lejanía de los sueños


Ahora los parásitos castrenses que pululan en el existir de nuestros pueblos, se han levantado en armas contra el presidente Manuel Zelaya y su pueblo que buscaban a través del voto, cambios en la Constitución para un futuro mejor de aquellos que forman la existencia de los olvidados y explotados. Honduras regresa al ayer donde nunca se han respetado los derechos humanos, como así la libertad política en especial aquella que busca el cambio de ser siempre un pueblo ultrajado por la burguesía capitalista de ese país.
Este que aquí escribe fue testigo en décadas pasadas de los que estos hombres militares, animales fracasados en los caminos de la vida, ya que casi en su mayoría poseen un cerebro tan pequeño como el de un mosquito, razón que nunca pudieron encontrar en las aulas universitarias la educación que les permitieran ser humanos como el resto de los pueblos, siendo que han escogido las armas donde lo único que tienen que hacer es ser valientes con los indefensos, asesinando a hombres, ancianos, mujeres y niños, como también ser títeres de imperialismos como lo hicieran cuando prestar aron el territorio Hondureño para atacar a Guatemala, nación que como ahora Honduras, buscaban los caminos de la independencia de naciones extranjeras que siembre han subyugado nuestros destinos. Lo mismo fue cuando suscitó el escándalo de los contras, el cual fue la causa de la renuncia de quien fuera presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon.
Así que mis lectores del mundo, qué bueno sería que las fuerzas venezolanas y nicaragüenses les dieran su merecido para que aprendan en su propio teatro y territorio, lo que es ser atacados por otras naciones que sí caminan ya por una emancipación y en ella encontrar nuevos destinos, los mismos que bajo el control de estos parias nunca llegaremos a conquistar, y si nuestros hermanos Hondureños se levantan en una lucha para el apoyo de Manuel Zelaya, legítimo presidente de esa país, hay que corresponder con nuestro apoyo a estos ciudadanos ultrajados en sus derechos de vivir dentro las norman políticas que ellos deseen para su futuro.
Debemos recordar también que las revoluciones pacíficas en nuestros países no son aceptadas por estos inconscientes y hambrientos militares que solo buscan el llegar a ser burgueses robando los dineros de los pueblos, forzándonos a buscar las revoluciones armadas donde la muerte sea la que hable, una tristeza que estos sean nuestro caminos al futuro. Desde Arizona mis respetos al presidente Barack Obama, como al resto de mandatarios de América y el mundo que han rechazado este asqueroso e inmundo golpe militar.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE PATRIA O MUERTE VENCEREMOS

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lunes, junio 22, 2009

Desde 2004 luchan contra envates de la enfermedad

From Arizona en “Voces del Sur” llega el sudor en canto de arados, la voz de mujeres y hombres de maíz, así la luz de las lechugas, son gentes que emergen del trigo.

Desde 2004 luchan contra los embates de la enfermedad
La batalla de sobrevivir entre la pobreza, el VIH y la segregación

Estela y Jesús procrearon a Francisco, Lesly, Jesús, Mariana y Daniel. A excepción de este último, de cuatro años, todos tienen el VIH. Otra hermana, Esmeralda, falleció a consecuencia de la enfermedad. El padre trabajó durante varios años en Estados Unidos y todo indica que fue en ese país donde contrajo el virus. El sábado pasado tuvieron que dejar una primaria en Chalco, donde vivían y estudiaban sus pequeños, debido a la hostilidad de padres de familia. Narran que también huyeron de Chignahuapan, Puebla, por la delación de un cura. Han pasado de todo:

Francisco no quiere dormir, prefiere ver la televisión y cuando puede lo hace durante horas, pues piensa que al permanecer despierto podrá vivir más tiempo. Su hermana mayor, Lesly, de 13 años, dice que de grande quiere ser criminóloga porque “a nadie le gusta ver los cadáveres y menos de personas que han muerto por el VIH-sida”, como su hermana Esmeralda. Francisco y Lesly, así como Jesús, Mariana y Daniel son hijos de Estela y Jesús. Con excepción de Daniel, todos viven con VIH-sida y con miedo de que la gente los siga lastimando.
Apenas el sábado pasado tuvieron que dejar la escuela primaria donde vivían y en la que estudiaban. Se fueron antes de que las hostilidades de algunos padres de familia del plantel se convirtieran en agresiones físicas, como las que ya habían padecido en su pueblo, en Chignahuapan, Puebla, del que tuvieron que salir huyendo por la acción del cura, quien puso a la comunidad en contra de la familia al divulgar su situación de salud y afirmar que el sida “es una enfermedad de homosexuales”.
Fue durante 2004. Supieron del virus de inmunodeficiencia humana porque Lesly enfermó sin que los médicos de Puebla pudieran identificar la causa. Llegaron al Distrito Federal, al Hospital Pediátrico de Iztapalapa, donde les dijeron lo que tenía la niña. Para entonces el matrimonio ya tenía a Esmeralda, los cuates Jesús y Francisco, y Mariana. Todos salieron positivos a las pruebas de detección del virus, por lo que fueron referidos a la clínica de VIH-sida Condesa, perteneciente al gobierno capitalino.
Ahí empezaron a recibir los medicamentos antirretrovirales, con los que fue posible que Daniel –hoy de cuatro años– naciera sin el virus. Desde entonces nada ha sido fácil y menos desde que tuvieron que dejar su pueblo. Han pasado por todo: desde vivir en la calle, dormir durante varios meses en la cripta de un panteón y comer “cuando Dios quiere”.
“Lo único que queremos es vivir en paz, que me dejen trabajar y que mis hijos puedan ir a la escuela sin temor”, dice Jesús, quien tiene 32 años.
Él es un hombre delgado y de baja estatura. Lo más importante para él ha sido conservar a su familia unida. “Soy como los carros: sin batería no jalan, yo sin mis hijos tampoco”, dice y enseguida se descubre el brazo para mostrar el tatuaje de seis lenguas de fuego, en cada una de las cuales está escrito el nombre de los niños. En la de Esmeralda, Jesús agregó al final una estrella porque ya murió.
La niña tenía ocho años de edad y tomaba los medicamentos para controlar el VIH. “El médico dijo que además tenía que comer, pero no teníamos para eso y tampoco un lugar para vivir”.
Estela y Jesús recuerdan la noche que Esmeralda se puso mal. Estaban en una cripta del panteón civil de San Lorenzo, en Iztapalapa, a donde, diariamente, durante muchos meses, iban a dormir. Alcanzaron a llevarla al hospital, pero cuando llegaron la niña ya había muerto. Presentó estallamiento de vísceras.

Jesús no encuentra palabras para describir fielmente sus sentimientos y con el silencio el llanto le brota Foto José Carlo González
Actualmente se atienden y reciben sus medicinas en un hospital público de Chalco. “Ya no pudimos ir a la Condesa. Sólo de pasajes eran 200 pesos y, ¿de dónde?”
Jesús sabe de jardinería. Trabajó durante varios años en Estados Unidos, de donde él mismo reconoce que trajo el VIH. Para su trabajo cuenta con una podadora y Estela también corta árboles, a cambio de lo cual se ganan unos cuantos pesos para la comida de sus hijos.
Andando en la calle supieron que en la primaria Benemérito de las Américas, en Chalco, necesitaban un conserje y en septiembre de 2008 se fueron a vivir al plantel que debían limpiar y vigilar. El acuerdo verbal con el director, Rubén Caldiño Zamudio, fue que no recibirían salario, pero a cambio tendrían un lugar para vivir sin tener que pagar luz ni agua. Así, luego de realizar la limpieza, el matrimonio salía a la calle a buscar algún trabajo que les diera dinero para poder comer.
Los tres niños mayores, Lesly, Francisco y Jesús, quedaron inscritos en la escuela. Hasta ese momento su educación había sido muy irregular. Lesly había estado hospitalizada casi un año por una infección bacteriana en el riñón, la que no ha superado completamente, y debido a que su mamá se la pasaba en el nosocomio, no podía atender que los otros niños fueran a la escuela.
Aún así, en el actual ciclo escolar han obtenido los mejores promedios y por lo mismo Lesly fue elegida para participar, el pasado mes de marzo, en un concurso de matemáticas en Querétaro, lo que además, le mereció un reconocimiento del ayuntamiento de Chalco.
Fue en esa época que empezaron los problemas con algunas madres de familia. Sin causa aparente, las señoras agredían a Estela y los niños también recibían insultos de sus compañeros. “Quién sabe que no les gustó, pero fue peor cuando supieron que tenemos sida”. La señora encargada de la cooperativa escolar ya no les vendía nada a los niños y los insultos fueron subiendo de tono, sin que el director les diera importancia, hasta que, presionado por las señoras, el funcionario le pidió a Estela y Jesús que desalojaran el cuarto que habitaban.
No importó que la familia no tuviera a dónde ir, ni que vivieran al día, ya que no percibían salario alguno. Desde mediados de la semana pasada les cortaron la luz y les cerraron el baño. Al no poder más, desalojaron el sábado 13 de junio. “No queremos problemas ni que mis hijos vayan a salir lastimados. Ya de por sí viven asustados”, dice Estela. Tampoco “nos importa que no tenemos para comer. Lo único que queremos es estar tranquilos”.
Ahora, cuando mucho, esperarán a que el director de la primaria les entregue las boletas de calificaciones de sus hijos y el certificado de Lesly para que puedan seguir estudiando en otro lado. “Nos vamos a ir, a donde nadie nos conozca. Empezaremos de cero otra vez”.



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